lunes, 9 de marzo de 2015

RECORDANDO UNA TERRIBLE HISTORIA.


Con motivo de recordar la Guerra de la Independencia y los Sitios de Zaragoza, se están celebrando en mi ciudad diferentes actos y representaciones en la calle. Actores y figurantes ataviados con los trajes militares de la época y haciendo esplotar cañones de artillería, réplicas exactas de los originales.El montaje es muy vistoso, haciendo las delicias de mayores y pequeños... pero la realidad fué la siguiente...




" Memoria histórica “ para una ciudad destruida
salvajemente, que no se arrodilló ante el invasor.


Durante la invasión napoleónica de España, la plaza de Zaragoza sufrió dos asedios conocidos como Los Sitios de Zaragoza.

La ciudad inicialmente fiel al rey ( y por lo tanto al ejército francés debido a los pactos entre España y Francia ) al conocer la abdicación de Fernando VII, se sublevó, capturando el castillo de la Aljafería, apoderándose de las armas que en ella había y nombrando al general Palafox comandante.




Cuando el ejército francés trató de ocupar de nuevo Zaragoza, esta opuso una enconada resistencia, quedando prácticamente destruida ( de 55.000 habitantes pasó a tan solo 12.000 ).

En los Sitios se enfrentaron los ejércitos de ocupación del Primer Imperio Francés de Napoleón Bonaparte contra las fuerzas españolas leales a la dinastía Borbón organizadas y dirigidas por el general y comandante José Palafox y Melci.

La plaza era clave para garantizar las comunicaciones del noreste y el abastecimiento de las tropas en Cataluña, así como para controlar Aragón. Por ello tras la sublevación de la ciudad a consecuencia de los sucesos del Dos de Mayo de 1808, se envió a un ejército a restablecer el control de la ciudad. Aunque las tropas francesas eran superiores en número y armamento, la ciudad resistió heroicamente. Este fue el primer asedio ocurrido el 15 de junio de 1808.




Sin embargo, a finales de año, los franceses regresaron en mayor número e iniciaron el segundo sitio. A pesar de la feroz resistencia de la ciudad, inmortalizada por varios cronistas, la ciudad diezmada por la guerra y las epidemias de tífus y de cólera derivadas de la putrefacción de los cadáveres esparcidos por toda la ciudad, capituló finalmente el 21 de febrero de 1809.





Los Sitios de Zaragoza fueron uno de los acontecimientos más importantes de la Guerra de Independencia, legando un gran número de héroes y leyendas a la tradición popular como el comandante Jose Palafox contagiado de tífus y defendiendo la ciudad hasta las últimas consecuencias; Agustina de Aragón, paradigma de las mujeres de nuestra tierra disparando la artilleria contra los franceses; Casta Alvarez, luchando fusil en mano de 

trinchera en trinchera.

La condesa de Bureta casada con Pedro María Ric,militar. Dieron apoyo logístico, material y sicológico a los combatientes hasta en su propia casa; Basilio Boggiero, escolapio y el padre Sas,ámbos asesinados vilmente y arrojados por el puente de Piedra eran la mano derecha de Palafox a nivel de redactar propaganda y escritos en contra de la invasión francesa; Jorge Ivor, arias el “ Tio Jorge “, agricultor del barrio del Arrabal o Altabás, también combatiendo en primera linea... y un sin fin de gente anónima que murió por defender la identidad de la ciudad.





Si el primer sitio de la ciudad fue épico, el segundo no le fue a la zaga. Se luchó durante semanas, casa por casa, a veces días enteros tan solo por la posesión de un edificio, una iglesia o unas simples viviendas. Los hombres mujeres y niños luchaban con valentía y un atroz fanatismo, contra unas tropas imperiales que no tenían por menos que espantarse del tipo de combate en el que se habían visto involucrados. El ejército francés llegó a introducir un destacamento de especialistas zapadores dentro de la ciudad ; construian túneles minados y con explosivos, debajo de cada casa haciéndolos explotar por la noche, para causar más muertes de golpe.



Como hemos comentado anteriormente, gran parte de la ciudad quedó destruida, así como la economía y el capital humano falleciendo entre los dos asedios casi 45.000 defensores, todas las clases sociales quedaron destrozadas tardando muchas décadas en recuperarse, Zaragoza comenzó su vida normal, entre comillas, despúes de la capitulación con tan solo un poco más de 10.000 habitantes.

El comandante francés Mariscal Jean Lannes llegó a expresar en una carta al emperador :

Jamás he visto encarnizamiento igual al que muestran nuestros enemigos en la defensa de esta plaza. Las mujeres se dejan matar delante de la brecha. Es preciso organizar un asalto por cada casa. El sitio de Zaragoza no se parece en nada a nuestras anteriores guerras. Es una guerra que horroriza. La ciudad arde en estos momentos por cuatro puntos distintos, y llueven sobre ella las bombas a centenares, pero nada basta para intimidar a sus defensores... ¡Que guerra! ¡Que hombres! Un asedio en cada casa, una mina bajo cada casa. ¡Verse obligado a matar a tantos valientes! Esto es terrible. La victoria da pena.

Esta carta verídica, escrita por el Mariscal Llannes deja ver muy a las claras, el horror y dramatismo que se vivió en las calles de nuestra querida ciudad.

Aquella horda de invasores franceses no pensaron ni tuvieron en cuenta que
“ esos valientes y fanáticos furiosos “ solo defendían con orgullo, sus señas de identidad que eran : España,Aragón, Zaragoza y la Virgen del Pilar.
“ Memoria histórica “ que hoy en día está de moda,
¿ o, no ? señor Garzón... Pero no se preocupe, Zaragoza no quiere rebanchas ni que se abran tumbas. Solo quiere, dignidad, reconocimiento y admiración por parte de un país que se llama España, que si no hubiera sido por nuestra valentía, ahora ustedes señores políticos y resto del país, probablemente, estarían hablando el idioma francés.